Se termina el año y destacamos
tres aspectos de 2018 que podría sorprender a algunos pero no al ojo entrenado
en encontrar contradicciones en el sistema.
Nadie cuenta las historias de los innovadores que fracasan aunque usen
los mismos principios y estrategias de los que triunfan
Los que han perdido horas y horas
de su vida personal yendo a seminarios, coaching ontológicos y otras extravagancias que las consultoras inventan
para ganarse la vida, gracias a la inocencia o complicidad de las gerencias, saben
que el triunfo de un producto no es el resultado de ninguna de las estrategias
que venden, es el resultado de una extraña combinación entre: Valor del
producto para el usuario, precio y suerte.
Como ejemplo tenemos a Uber con
el peor trabajo en equipo de la historia y la cultura más nociva que se conoce
de los últimos años y creció a fuerza de todos elementos negativos.
Descanse en paz Airware (2011-2018) que recaudó 118
millones, aplicando la misma receta que aplican todos: Una buena idea, nube, innovación
y buena onda. La empresa creó un sistema de software en la nube para ayudar a constructoras,
mineras y otros clientes empresariales a utilizar aviones no tripulados para
inspeccionar el equipo, buscar daños y solicitar reparaciones. También intentó
construir sus propios drones, pero descubrió que no podía competir con gigantes
como el DJI de China. La lección aquí es: No se puede hacer un producto que
compita contra Google. Aca fallo el precio de los drones.
RIP Blippar (2011-2018) que recaudó 138 millones, fue uno de los pioneros
en realidad aumentada (AR), las razones que da la empresa es que el mercado de AR
aún tiene el tamaño que esperaban, en la puesta en marcha perdían dinero a
medida que buscaba clientes que se quedaron sin palta y cerraron. Acá fallo el
valor del producto que no atraía a los clientes.
Cerró Bluesmart (2013-2018) que recaudó 26 millones, una idea estupenda:
Una valija con batería y motor que no solo se lleva a si misma sino que puede
llevar al propietario como si fuese un autito eléctrico, la prohibición de
llevar baterías de litio en la cabina de los aviones los mató. Acá falló la
suerte, no se puede prever las consecuencias de que las baterías del Samsung
Galaxy Note 7 explotaran.
Chau a Doughbies (2014-2018)
que recaudo 760 mil dólares, la idea era la entrega de galletas a domicilio con
pedidos on-line, aca vemos que la bese es la calidad del producto, la empresa al
cerrar dijo que sus fundadores, Daniel Conway y Mariam Khan, querían cambiar de
actividad, suena a estafa, a no poder cumplir las metas de crecimiento. Fallo
el valor del producto.
Lantern (2012-2018)
recaudó 22 millones su producto de salud mental en una App móvil, fallo por
valor del producto.
Lighthouse AI
(2014-2018) recaudó 17 millones, su producto una cámara de seguridad
inteligente basada en inteligencia artificial no funcionaba como decían. Falló
el valor del producto.
Rethink Robotics
(2008-2018) recaudó 150 millones, contando con mentes brillantes y mucho
dinero la compañía no pudo obtener suficientes ganancias para mantenerse a
flote. Al final los iban a comprar y el comprador prefirió contratar a los
programadores. Falló la suerte.
Y para el cierre una joyita Theranos (2003-2018) que recaudó 1400 millones, prometiendo análisis
de sangre más rápidos, seguros, y baratos, su fundadora hipnotizó a los
inversores, hasta escribieron un libro, filmaron un documental y una película
sobre la StartUp. Los profesionales médicos comenzaron a hacer críticas contra
los métodos de la compañía. Luego el gobierno investigó a Theranos y finalmente
los acusó de fraude. En septiembre la compañía cerró, Holmes aceptó pagar una
multa de 500 mil dólares, y se le prohibió actuar en empresas públicas por 10
años. Acá vemos como los métodos de las consultoras nos aseguran contra las
estafas.
Las buenas
intenciones de las empresas modernas de tecnología y los slogans estilo new age,
amor y paz son solo eso vasos vacíos
Desde que el movimiento #MeToo
abrió las compuertas sobre la importancia de luchar por la igualdad de género y
el trato justo de las mujeres y las minorías con poca representación, las tecnológicas
aparecen como un antro de mala conducta.
A medida que las StartUps crecen
y se hacen grandes, acumulan poder e influencias, las declaraciones como
"conectar el mundo" y "ser bondadosos" ya no se sostienen.
Declaraciones como que los
hombres son mejores programadores que las mujeres, manifestaciones de los
empleados de Google que abandonan el puesto de trabajo, marchan y reclaman
igualdad de salarios, es decir: Mismo trabajo mismo salario. O los empleados de
Amazon ganando sueldos de hambre en la empresa más grande del mundo, trabajando
para el hombre más rico del mundo, son las pruebas palpables que en las tecnológicas
no están a salvo del pensamiento destructivo que hace que el capitalismo sea la
miseria moral que es.
Las tecnológicas antes de
anunciarse como los buenos de la película deben explicar casos como el de Uber,
la destrucción de la democracia por Facebook o el dinero de Arabia Saudita que
usan sin preguntar sobre los homicidios de periodistas, las tecnológicas obtienen
la mayor parte de su dinero a través del Vision Fund de SoftBank basado en el
reino saudí, alrededor de la mitad del fondo de 93 mil millones de SoftBank está
invertido en las tecnológicas que se callan la boca y lucran.
Para entender mejor el problema de la falta de ética en las tecnológicas al aceptar dinero de Arabia Saudita vea el capitulo sobre MBS en Youtube de Hasan Minhaj
Las tecnológicas también deben
explicar por qué la falta de talentos técnicos no se refleja en una suba de los
salarios.
El año en
que las redes sociales dejaron de ser sociales y se convirtieron en depósitos de
basura
Toda la experiencia en las redes
sociales ha cambiado debido a las diferentes grietas que florecen en todos los países,
una sensación de fatiga tecnológica que te inunda cuando abrís Facebook, y ves
a dos primos lejanos peleando por temas políticos y los comentarios ya no son
divertidos.
Lo más triste es que hay grupos interesados en que esto
pase, que generan noticias falsas para que la gente se pelee y la sociedad pierda
el adhesivo que la mantiene unida.
El dedo señala a Facebook como el
principal responsable de la destrucción de la representatividad en los sistemas
democráticos, al facilitar a empresas sin escrúpulos el acceso a la información
privada que las personas para que los
manipulen e inclinen la balanza para el lado del que pone la plata.
Por suerte las redes se han hecho tan grandes que no puede
sobrevivir y van a caer por su propio peso en un par de años y solo serán un recuerdo,
y serán reemplazadas por otra cosa que todavía no existe.
Nadie cuenta las
historias de los innovadores que fracasan aunque usen los mismos principios y
estrategias de los que triunfan
Las buenas
intenciones de las empresas modernas de tecnología y los slogans estilo new
age, amor y paz son solo eso vasos vacíos
Las tecnológicas
también deben explicar por qué la falta de talentos técnicos no se refleja en
una suba de los salarios.
El año en que las
redes sociales dejaron de ser sociales y se convirtieron en depósitos de basura